El Mazda CX-5 es uno de esos coches que se sale del estándar de los fabricantes de hoy día. Mientras que la mayoría de los fabricantes optan por versiones microhíbridas o híbridas enchufables, el Mazda CX-5 en pleno 2022 aún no cuenta con ninguna versión eléctrica. 

Pero no te dejes engañar, a pesar de la ausencia de esta tecnología, no tiene nada que envidiarles a los coches híbridos. Sus emisiones y su consumo de combustible no se diferencia mucho a otros microhíbridos que hoy se venden en el mercado. 

Esta generación de 2022 mantiene mucho de la actualización anterior, pero con algunos cambios. Veamos qué tiene para nosotros el Mazda CX-5 2022. 

Mazda CX-5
Mazda CX-5

Diseño exterior del Mazda CX-5

El Mazda CX-5 nos presenta tres acabados: Homura, Newground y el Signature. Siendo el Homura el que toma un estilo más deportivo, el Newground más aventurero y el Signature el más refinado. 

El Mazda CX-5 tiene una longitud de 4,57 metros de longitud, más largo que el Peugeot 3008 (4,44 metros) y el Volkswagen Tiguan (4,50 metros). Su altura es de 1,68 metros y su anchura de 1,84 metros. La distancia entre ejes es de 2.700 mm. Lo que significa que aumenta ligeramente su tamaño respecto a su versión anterior. 

La actualización del 2022 nos trajo ópticas Full LED con iluminación, la moldura de alrededor de la parrilla ahora viene en negro santinado para hacer una perfecta combinación con la parte inferior de los paragolpes. 

Mazda CX-5

Tenemos también llantas de 18 pulgadas en negro satinado. Mantiene la misma silueta del capó alargado, pero agrega algunas detalles al acabado como la moldura lateral interior y el paso de las ruedas en negro satinado también. La carcasa de los espejos retrovisores mantienen el mismo estilo en negro. 

En la parte trasera los cambios son bastante imperceptibles, mantiene básicamente la misma estética, pero agregando nuevas ópticas LED con la misma estética que las ópticas delanteras. Las molduras del paragolpes también son nuevas. 

Diseño interior y equipamiento del Mazda CX-5

En cuanto al diseño interior, el Mazda CX-5 sigue manteniendo el estilo clásico, apartándose nuevamente del estilo de muchos fabricantes en la actualidad. 

El asiento del conductor mantiene una muy buena postura para la conducción, y sus acabados y ajustes son buenos. Tanto el salpicadero como las partes laterales de la consola están recubiertos en piel. 

Interior del Mazda CX-5
Interior del Mazda CX-5

El volante totalmente redondo forrado en cuero con costuras rojas que contrastan muy bien, este detalle también lo vemos en el acabado Homura para los asientos. El volante cuenta con diversos motores y su ubicación permite utilizarlos de manera natural, de modo que no hay que soltar las manos del volante ni separar mucho los dedos. 

Posterior al volante tenemos el cuadro de instrumentos con tres relojes, con el velocímetro en medio siendo este de mayor tamaño. En esto último, también mantiene un estilo clásico. Desde el volante se puede controlar la información que se ve en el cuadro de instrumentos de manera más clara. 

En cuanto a los asientos, fueron diseñados para mantener la comodidad en viajes largos, por lo menos de 1.200 km para hacer el viaje más ligero, sobre todo para el conductor. 

Tiene un espacio delantero bastante bueno, y en las plazas traseras encontramos una combinación de colores claros y oscuros. Los asientos laterales traseros son tan cómodos como los asientos delanteros, aunque no son tan grandes como esperaríamos para un SUV grande como este. 

En su equipamiento, el Mazda CX-5 mantiene la pantalla de 10,25 pulgadas que integró en 2021. Esta pantalla la encontramos en la parte superior del salpicadero, con menús más sencillos de utilizar y con unos gráficos más avanzados. Es compatible con Android Auto y Apple Carplay. Pero todo por cable todavía. Esta pantalla no es táctil, ya que utiliza un mando giratorio. Y la climatización se maneja con mandos físicos. 

Su maletero aumenta en comparación a la generación anterior, con 16 litros ofrece una capacidad de 522 litros. La boca de carga es adecuada, pero al estar muy elevada puede dificultar cargarla. Con los asientos abatidos la capacidad del maletero aumenta a 1.638 litros de capacidad. 

El Mazda CX-5 conserva los acabados originales: Origin, Evolution y Zenith, integrando ahora los tres nuevos acabados: Signature, Newground y Homura. 

Motorización y prestaciones del Mazda CX-5

Para el apartado mecánico, tenemos la gran sorpresa que hemos mencionado al principio: el Mazda CX-5 es uno de los modelos que no tienen una versión eléctrica. Lo que significa que la gama mecánica se mantiene igual: 

  • Dos motores de gasolina: el 2.0 de 165 CV y el 2.5 de 194 CV
  • Un bloque de cuatro cilindros diésel: SkyActiv-D con 150 o 184 CV

La versión de acceso de gasolina es la más demandada de la gama, viene con un 95% de tracción delantera y 65% con cambio manual. El propulsor de 165 CV nos entrega 6.000 rpm con un par máximo de 213 Nm a 4.000 rpm. Puede pasar de 0 a 100 km/h en 10,5 segundos. Su autonomía homologada es de 6,8 l/100 km. 

Comportamiento del Mazda CX-5

A pesar de no contar con ninguna etiqueta por no tener ninguna versión eléctrica, el Mazda CX-5 es especial por su bajo consumo y emisiones. El motor consume apenas 0,2 litros más cada 100 km que un microhíbrido como el Hyundai Tucson, y teniendo 15 CV menos de potencia. Su consumo y sus emisiones son menores que Volkswagen Tiguan o un Peugeot 3008 en cambio automático. 

Por otro lado, es un coche cómodo para viajes largos, buena insonorización y un motor que produce menos ruidos que muchos híbridos. Además, sus suspensiones le proveen de una excelente agilidad para las curvas. Su dirección le hace un coche bastante agradable de conducir. 

Precio del Mazda CX-5

Puedes encontrar el Mazda CX-5 desde 30.900 euros hasta 37.200 euros. 

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